En primer lugar, debes escoger una zona de trabajo concreta, ya que será ahí donde pasarás gran parte del día y donde consumirás gran parte de energía eléctrica. Aparte de ser útil a nivel de concentración y eficiencia a la hora de trabajar, también es clave elegir una zona específica para regular los gastos de consumo eléctrico y climatización.

Es importante también, elegir un lugar en el que entre bastante luz natural para poder ahorrar luz al menos durante las horas de sol, así podrás ahorrar más energía y utilizar luz artificial solo cuando sea necesario. Si la usas, procura sustituir las bombillas viejas por bombillas led o de bajo consumo, así, mejorarás la eficiencia energética de tus aparatos y procurarás que tu factura no incremente.

Si es verano, para no gastar grandes cantidades indecentes de consumo de energía con el aire acondicionado, procura trabajar con las ventanas abiertas desde la primera hora de la mañana. Intenta encender los ventiladores y aparatos de aire acondicionado en las horas del día que haga más calor para evitar así grandes gastos y ahorrar más energía en tu hogar; y lo mismo ocurre en invierno con la calefacción.

Estamos muchas horas en casa, por lo que desde primera hora de la mañana el frío se cuela por cada rendija de puertas y ventanas. Por ello, procura evitar encender la calefacción a la primera de cambio y abrígate con ropa cómoda para trabajar desde casa.

Aprovecha la luz natural durante las horas del día donde más brilla el sol, y con ello, ahorrarás energía y mantendrás el termostato a una temperatura constante.

Cuando dejes de trabajar, procura no dejar los aparatos electrónicos que has estado utilizando durante tu jornada laboral en stand by para poder ahorrar más cantidad de energía eléctrica.

Debes apagar tu portátil o tablet una vez dejes de usarlos (si son aparatos que solamente utilizas como herramientas de trabajo). Además, mejorará psicológicamente tu forma de trabajar en casa, ya que una vez apagado, evitarás consultar cualquier cosa que te venga a la mente, correo electrónico o artículos. Así, una vez termines tu jornada laboral, desconectarás del trabajo igual que lo hacías cuando ibas físicamente a tu oficina.

Por lo tanto, y resumiendo los puntos anteriores, las claves para evitar que tu consumo energético aumente durante el teletrabajo son:

·      Aprovechar la luz natural del día lo máximo posible.

·      Mantener una temperatura constante entre unos 20º y 25º C y encender la calefacción y el aire acondicionado en ciertas horas del día y cuando sea estrictamente necesario.

·      Mantener una rutina y lugar de trabajo fijos para poder canalizar la energía y electricidad en el mismo punto de la casa.

·      Evitar el consumo fantasma, dejando los aparatos electrónicos completamente apagados una vez has dejado de usarlos.

Si cumples con todos estos puntos, delimitando tu zona de trabajo y gestionando la iluminación y climatización de tu hogar, podrás ayudar a que tu factura energética no se dispare, llegar a disfrutar así de tu jornada laboral en casa y ahorrar a partir de reducir tu consumo de energía, luz y gas.