También, se tiene que tener muy en cuenta la orientación y la luz de la vivienda. Para obtener una efectividad 100% sostenible, se tiene que aprovechar al máximo la luz natural del día, y esto se consigue a partir de la orientación correcta de la casa.

Aplicando unas ventanas grandes y adecuadas, la vivienda será capaz de aprovechar al máximo las horas de luz y calentarse con el Sol durante el día.

En cuanto al consumo de electricidad de estas viviendas, se trata de intentar disminuir el uso de esta lo máximo posible y que todo aquello que se consuma, sea a partir de energía 100% verde.

En el supuesto caso de que estas viviendas utilicen un sistema de calefacción o refrigeración como los aires acondicionados o los radiadores, se usarán basándose en energías renovables. A partir, por ejemplo, de la energía solar, con el uso de placas fotovoltaicas para encender las luces o de energía de la biomasa para el uso de la calefacción.

Las viviendas pasivas son una gran herramienta para luchar contra el cambio climático y sobre todo para ahorrar a gran escala en las facturas. Puedes llegar a ahorrar hasta un 80% comparado con cualquier otra vivienda convencional.

Solo se trata de aprovechar todos los recursos que la naturaleza nos da y conseguir así un uso más verde de la energía. Integrar las energías renovables en una vivienda ya es una realidad, gracias a la invención de las casas pasivas.