Una fecha tiene lugar el último domingo de marzo, cuando a las dos de la madrugada pasan a ser las tres. Por lo tanto, los relojes pierden una hora.
Y, la otra, es el último domingo de octubre que, contrariamente, se avanza una hora. A las tres de la mañana recuperamos la hora perdida de marzo y, en consecuencia, a las tres son las dos: ¡el día tiene 25 horas!
Pero, ¿por qué pasa esto? ¿Por qué no nos quedamos con un horario definitivo y no lo cambiamos nunca más? Pues, el objetivo es reducir el consumo de energía. Imagínate que nos quedamos con el horario de primavera y verano, es decir, cuando los días son tan largos que a las nueve de la noche aún es de día. Por mucho que muchos privilegiados disfruten de las vacaciones y no se planteen levantarse temprano, mucha otra gente sí continúa trabajando. Lo que sucede es que, si el día se hace más largo, quiere decir que tarda más en salir el sol. Entonces, lo que se intenta es hacer coincidir la jornada laboral con las horas de luz. Se estima que el ahorro doméstico en luz de marzo a octubre es de un 5%.
Pero, ¿cómo y cuándo se escogió hacer estos cambios horarios? ¡Nosotros te lo explicamos! Viajamos al año 1895, cuando George Vernon Hudson, un neozelandés astrónomo, fue el primero en proponer el cambio de hora. No obstante, William Willet, que sugirió lo mismo, tuvo el valor para publicarlo y, por tanto, ser escuchado por la sociedad. Básicamente, estaba en Londres disfrutando de un paseo a caballo a primera hora de la mañana. Cuando miró a su alrededor, se dio cuenta de que todo el mundo seguía durmiendo, es decir, que estaban perdiendo horas de luz. En consecuencia, publicó su propuesta de hacer un cambio de horario, pero no fue hasta al cabo de diez años que esta se tuvo en cuenta.
Con el objetivo de ahorrar energía, Alemania se sumó a la decisión de aplicar el cambio horario. Esto tuvo lugar en la Primera Guerra Mundial, cuando también se pretendía ahorrar en carbón. Finalmente, otras zonas ocupadas por las tropas alemanas también empezaron a aplicar el cambio horario. Así pues, para afrontar la crisis del petróleo, se aplicó en toda Europa el cambio horario con tal de ahorrar energía.
¿Y, en España? ¿Por qué no tenemos el mismo horario que Portugal o Reino Unido? Esto fue una decisión de Franco, quien decidió que quería tener el mismo horario que la Alemania nazi que impuso Hitler.
Ahora que ya sabes que el cambio de horario se creó para ahorrar energía y ajustarnos al horario laboral... ¿Qué te parece? ¡Explícanos tu opinión! Recuerda que, si quieres ahorrar energía con la compañía más honesta del mercado, solo tienes que llamarnos y el equipo de Energía Nufri estaremos encantados de atenderte ;-)
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